La vida nos lleva por diferentes caminos; a veces, muy distintos a los que nosotros habíamos planeado. Cuando se migra de una manera "cómoda" y por elección, normalmente se siente un luto por el país de pertenencia que dejas atrás, y queda siempre la idea romántica de volver. En ocasiones, las fechas se concretan desde el principio: ida y vuelta. Pero en otras, la posibilidad está más abierta, y puede pasar que la salida se convierta en una sin retorno.
Esto es lo que le ocurrió a Yuwei Xie, más conocida por Wei Wei para los amigos.
Conocí a Wei Wei en una fiesta de Halloween. Hacíamos un "potluck", como se dice aquí cuando cada uno de los invitados aporta un plato; yo llevaba mi tortilla de patata de rigor (¡con cebolla!). Nada más llegar dejé la tortilla en la barra de la cocina, y de repente, ¡ahí estaba Wei Wei!, con su cara de felicidad agradeciéndome enormemente, entre bocado y bocado, haber traído ese manjar a la fiesta. Conectamos en el momento. Cuatro meses después estábamos juntas viajando por México.
Wei Wei llegó a este país cuando tenía casi 18 años. Actualmente lleva casi el mismo tiempo viviendo aquí. Ha pasado por diferentes vicisitudes, le ha costado sacrificios, pero hoy en día se encuentra feliz de haber logrado su nacionalidad americana; algo con lo que había soñado desde que era pequeña.
Nos cuenta todo ésto y mucho más en el episodio de podcast del que se incluye el link al final de este artículo.
"Llegué a EEUU desde Shanghai con un visado de 4 años para estudiar mi carrera "Estudios Internacionales" , en Connecticut. Después de eso trabajé como profesora de chino en el estado de Nueva York pero me sentí muy aislada, así que decidí estudiar un Máster en California por dos años. Cuando terminé empecé a buscar trabajo sin importarme cuál fuera el destino, ya que estaba aquí sola, no tenía familia en ningún estado. Me ofrecieron un puesto en una escuela de Austin y accedí. Así es como la vida me trajo a vivir a Texas."
Admiro a Wei Wei, una mujer que se ha hecho a sí misma. Cuando yo tenía 18 años también experimenté la estancia de un verano en EEUU, trabajando en Minnesota, en un restaurante. Fue eso, un viaje con retorno programado; al final del verano volvía con mi familia, a una vida cómoda y segura en mi país. Aún así, estuve tachando los días del calendario en cuenta atrás casi desde que aterricé en Minneapolis. Me imagino absolutamente lo que tiene que haber sido quedarse sola a esa edad aquí, adaptarse a diversas situaciones de habitabilidad, estudios, trabajos, comunidades, períodos y experiencias de vida que habrá pasado en soledad, echando a veces de menos el amor de una madre o el calor de un abrazo de alguien de toda la vida.
"Bueno, era mi sueño" nos dice ella, "Desde pequeña me gustaba tanto el inglés que quería hablarlo todo el rato. También me emocionaba la cultura, veía series de televisión como "Friends", (era mi favorita), me fascinaba. Sí que recuerdo sentir algún choque cultural en los inicios, como por ejemplo, la falta de compromiso y de cumplimiento de palabra que tenía la gente aquí en comparación con China. Pero también apreciaba otras muchas cosas, la libertad de expresión entre ellas".
Actualmente, Wei Wei está casada y a la espera de un bebé que nacerá a finales de Mayo. Obtuvo la ciudadanía americana hace relativamente poco tiempo y eso le hizo muy feliz, "Así podré traer a mis padres a vivir conmigo" dice ilusionada, "He cumplido mi sueño".
Todo eso me hace cuestionarme cómo se siente respecto a su identidad cultural. Si yo he visto tambalearse la mía estos años viviendo aquí, ella debe de sentir un batiburrillo descomunal. "Me siento una mezcla", nos cuenta Wei Wei, "Hay valores que todavía conservo muy arraigados de mi cultura de origen, como la importancia de la familia y la cercanía con ellos, pero también he adoptado otros de aquí y me siento identificada con estos también".
En todo este viaje nos reconoce haber pasado por momentos duros. "He sentido la soledad, tenía amigos sí, pero nunca me sentía como que pertenecía completamente a este país. Ahora menos; entre obtener la ciudadanía y casarme, siento que he encontrado mi lugar aqui". En la ceremonia de obtención de la ciudadanía se emocionó especialmente con una canción que hablaba de los sacrificios que supone una migración.
Wei Wei es también autora de un libro: "Could´ve been horse" . En él cuenta el origen de los modismos chinos más populares y las historias que los respaldan. Comenzó a escribirlo durante la pandemia, a raíz de intentar escribir el guión de uno de los vídeos de su canal de youtube: "Learn mandarin Chinese with Wei Wei" . "Empecé a escribir el cuento que servía de guión para el capítulo de Youtube y lo disfruté tanto que dije ¿¡Por qué no!? voy a escribir un libro".
Wei Wei me supone toda una inspiración, es un modelo a seguir, polifacética como nadie, ahora se ha comprado una máquina de coser y está bordando babies y bodies para niños que quizá empiece a comercializar, como siempre "¿¡Por qué no!?"
Ha sido profesora en una escuela privada durante muchos años, pero tiene claro que a su hijo, (o hijos si tuviera más en un futuro), le gustaría educarlos en una escuela que no fuera regular aquí. "No estoy muy satisfecha con el sistema educativo de aquí, preferiría hacer homeschooling o buscar un colegio que trabajara las habilidades en general del niño, y no sólo las académicas"
Ya casi nos vamos pero no puedo cerrar el episodio sin preguntarle, qué es para ella lo mejor y lo peor de esta sociedad "Como ya he dicho, valoro mucho la libertad de expresión, sobre todo porque vengo de un país en el que vivía con más restricciones. Lo que menos me gusta es que aquí hay que utilizar el coche para todo"... No me extraña! Algunas veces pienso que por eso los americanos no comen pan todos los días, porque hasta para ir a por una barra, ¡te tienes que montar en el coche!
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