Definitivamente cuando trabajas fuera de tu zona de confort o ambiente habitual se abre un canal de aprendizaje, ya sea por medio comparativo o debido al descubrimiento.
Antes de venir a Estados Unidos, en España siempre había oído que en la etapa de Infantil se trabajaba más por proyectos y por centros de interés, pero al ser diplomada en primaria, nunca había tenido la oportunidad de experimentarlo en primera persona.
Cuando llegué aquí, mis dos primeros años trabajé en kinder, Infantil 5 años. Tengo que reconocer que los comienzos fueron duros y que mentalmente me costó adaptarme a la idea. Aprecio intensamente que la vida me pusiera en esa experiencia primero, y en preK, Infantil 4 años, después. Mi admiración por todas las maestras que se dedican a esta etapa, ha crecido considerablemente, además me ha proporcionado una visión muchísimo más amplia del aprendizaje de manera global. Conocer en primera persona, el esfuerzo y maestría que requiere iniciar a un niño al mundo de la grafía, la lectura, los conocimientos en general, ha supuesto un antes y un después en mi carrera.
Asimismo, esta experiencia me ha flexibilizado en cuestiones metodológicas, mucho. Me he convertido en una fan de los centros de interés. Ahora trabajo en tercero de primaria y anteriormente lo hice en cuarto, el método resulta muy adecuado también en su uso con estas edades.
Inicialmente diría que para trabajar por centros hay que tener dos cosas muy bien planificadas. Primera, los equipos de alumnos que quieres que trabajen juntos. 4 ó 5 niños como mucho en cada grupo y que estén equilibrados académicamente, mezclando niveles fuerte, medio y bajo en cada uno, así como el nivel comportamental, activos, medios y pasivos. Segundo, tener una buena planificación didáctica, saber qué quieres conseguir en cada centro, qué contenidos puedes dejar que los niños trabajen independientemente sin necesidad de revisión, qué actividades quieres que sean corregidas y cuáles quieres que sean enseñadas directamente por ti en pequeño grupo.
Mis clases comienzan con una breve pero directa lección al gran grupo, 10-15 minutos. Les transmito las ideas fundamentales y de qué van a constar los centros cuando pasen a trabajar por equipos. Importante, también les transmito las expectativas, qué se espera que consigan en cada uno de ellos. La duración de los centros no sobrepasa los 15-20 min y son rotativos, todos pasan por los 4 centros todos los días.
Lo que yo hago habitualmente es planificar los 4 centros por niveles de exigencia:
- En el más relajado, trabajan en aplicación informática (una de las que hablo en otro de mis posts) con sus chromebooks.
- El segundo, más exigente (pero que pueden autocorregirse al final porque yo les doy las soluciones), supone una tarea más operativa, por ejemplo, de cálculo en matemáticas o de ortografía en Lengua.
- El tercero supone una tarea más complicada que trabaja directamente los objetivos que estamos aprendiendo aquella semana. Éste sí requiere de una corrección.
- El cuarto centro es conmigo, yo estoy sentada con ellos. Cuando los alumnos llegan a mi centro, corregimos juntos lo que han hecho en el tercero y solucionamos posibles dudas. Después hacemos una tarea diferente, que también aplica ese mismo objetivo pero de una manera más divertida o distendida, ya que ahí estoy yo para controlar la actividad y conducirla por donde yo quiera.
Por supuesto, desde mi centro tengo que estar también controlando el comportamiento en general de la clase y pendiente de que no se “desmadre el cotarro”. TIPS, hay que ser flexible. No puedes pretender que sea la clase ideal en la que todos los alumnos están trabajando en silencio, haciendo lo que se les ha mandado 100% todo el tiempo. Hay risas, hay ruido, hay alumnos levantados trabajando, y a veces también perdiendo el tiempo, pero para mí, si cuando el cronómetro suena anunciando el final del centro, la tarea está más o menos terminada, veo que han puesto atención y se comprometen con lo que están aprendiendo, el éxito se ha garantizado. La motivación de los alumnos es mucho mayor, de hecho, ellos me preguntan el día que les doy libre porque cambiamos de actividad… “¿pero no vamos a hacer centros? Jo! déjanos hacer centros!!!” “Genial” me digo a mí misma, “señal de que lo estamos haciendo bien”. Sinceramente, cuando planifico mis lecciones para cada semana, ya me sale solo el pensar en centros. No llevamos libros, esto también es algo notable. No digo que no se pudiera hacer también con libros de texto, se podría perfectamente, pero la libertad que tengo a la hora de diseñar mis tareas sin libro, es muy amplia, obviamente.
Otro aspecto metodológico al que me he acostumbrado a utilizar aquí y que he nombrado anteriormente en otros posts son los anchor charts. Los anchor charts no son más que "handmade" pósters, quiero decir, pósters que yo misma diseño a la vez que estoy enseñando a mis alumnos la lección. Primero, cuando planifico mi unidad didáctica, hago una investigación por internet o en el currículum del distrito donde hay mil ejemplos aplicados a lo que estoy trabajando esa semana, elijo el que más me gusta y dirijo mi presentación a la creación del mismo cuando estoy explicando a los niños. Después, ese anchor chart se queda permanentemente expuesto en la pared del aula por meses; así los alumnos cada vez que tienen una duda pero se acuerdan de que lo hemos dado anteriormente, acuden al anchor chart correspondiente y se fijan en lo que necesitan, es como una “chuleta” enorme, pero a la vista y sin “pecado”. También los dejo puestos y se pueden mirar cuando toman exámenes.
A simple vista puede resultar una técnica laboriosa, pero no cuesta mucho más de 5 minutos crearlo. TIP los anchor chart que mejor funcionan son los que tienen pocas palabras y algún elemento visual. Aquí cuelgo algunos ejemplos para que sirvan de ilustración a mi explicación.
Parecido a los anchor charts, pero un poco más laboriosas, son las “paredes interactivas”. Requieren un poco más de dedicación y maña por parte del docente, pero resultan increíblemente motivadoras para los niños y pueden usarse como estaciones en los centros.
Se trata de un juego educativo que aplica o pone en acción contenidos aprendidos, por ejemplo aquí en las fotografías se ve uno que es de alfabeto, en el que se clasifican las palabras (escritas en popsticks) por la letra con la que comienzan y se meten en los bolsillos del alfabeto.
Los rincones de lectura donde los niños pueden tener su propia biblioteca y el educador puede jugar con ellos para clasificar los cuentos un día en ficción-no ficción, o buscar determinadas informaciones, ilustraciones…etc.
Rincón de las matemáticas en el que los alumnos resuelven problemas que están colgados en la pared con diferentes manipulativos o algunos más complicados como los que se muestran de cursos más altos en la asignatura de Ciencias.
TIP Hay que enseñar a los niños a mantenerlo en orden y sobre todo dejarlo recogido o dispuesto para volver a ser utilizado una vez que terminan, por lo demás, tienen infinitas posibilidades de uso, el maestro es el que los diseña a su gusto, creatividad o atendiendo a su específica necesidad.
A la hora de introducir un centro de interés nuevo, me gusta también aplicar la técnica de "I DO, WE DO, YOU DO". Consiste básicamente en ejemplarizar siguiendo tres pasos. Primero, yo muestro como utilizaría el centro si fuera un alumno ("I do"). Después, invito a los alumnos a realizar otro ejemplo conmigo, todos juntos ("We do"). Tercero, es cuando ellos usarán el centro por sí mismos, independientemente ("You do"). Me gusta mucho esta técnica porque siendo muy simple, es motivadora para los niños. Saben que la primera vez, me tienen que escuchar atentamente para poder participar en la segunda actividad, y a la vez que si yo veo que lo entienden, a la tercera ya volarán ellos solos.
Esta estrategia la utilizo muy frecuentemente para otras cosas también, otro tipo de explicaciones, siendo muy sencilla, me asegura que los alumnos se quedan casi siempre limpios de dudas y con la experiencia suficiente en una tarea como para poder realizarla de manera autónoma ellos solos más tarde.
Por último pero no menos importante, voy a añadir en este artículo, uno de los aparatos que más útiles me parecen, que me ayuda mucho en la instrucción, y que seguro que echaré de menos cuando vuelva a España, la cámara. En todas las clases tenemos una gran pantalla-televisión donde proyectamos tanto nuestro ordenador como otros visuales, es verdad, no es una PDI, pero ¡no está mal el apaño! La cámara la utilizo infinidad en mis explicaciones de gran grupo. Es una forma fácil y eficaz de proyectar cualquier ejemplo de tarea y conseguir que con nitidez y precisión los niños sepan y se fijen en lo que tienen que hacer en cada actividad.
Espero que brevemente os podáis hacer una idea de cuatro buenas técnicas que me llevo aprendidas de aquí. Seguramente, a muchos de vosotros no os estaré descubriendo nada nuevo, sé que se trabaja muy bien en nuestra tierra y que habrá otras miles de experiencias que podrán dar mil vueltas a ésta. Pero quería compartir aquí, algo que con alegría me llevo en mi metodología de trabajo ahora allá donde vaya y que éste país me ha dado la oportunidad de atreverme a experimentar o de “lanzarme a la piscina”.
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